sábado, 25 de junio de 2016

Insuficiente.

Salté para que me cacharas. Salté porque confiaba en ti. En cuanto mis pies dejaron de estar sobre la tierra empecé a repetir que eras él bueno, él de verdad, él que me tomaría sin una pequeña duda. Me repetí que serías todo lo que pensé que eras pero no me lo creía. 
Nunca me lo creí. 
Desde el momento que te conocí. Desde que nos empezaste a describir como efímeros. Nunca creí que serías lo que necesitaba, y cegada por tus besos, salté. No comprendo de dónde sucedido la atracción fatalista, esta atracción casi inmediata, pero sucedió y no puedo controlarla. No comprendo cuando fue que te empecé a querer, o cuando fue que me obligué a salir de eso tan silenciosamente bueno. 
No comprendo nada.
Por no comprenderte te obligué a inventar. A inventarme cosas que sabías que se quedarían en promesa, en sueño guajiro. Te obligué a que me quisieras. No puedes estar con nadie. Me lo repetías a diario. No puedes por miedo, dolor o cualquier otra fuerza que te lo prohiba. 
Por cobarde. 
Asusta lo que pensamos que es inalcanzable y asusta más cuando lo tenemos respirándolo en nuestras narices. Siento mucho que hayas tenido que despertar a un lado de tu peor pesadilla. Siento mucho que hayas tenido que tomarle de la mano al caminar. La vida es larga para volvernos a ver pero yo quiero verte ahora, sentado a un lado mío fumándote un cigarro. Quiero verte para decirte que te quiero y para preguntarte porque tú no me quieres a mi. 
Ahora. 
Te necesito ahora. Cuando los fantasmas del pasado llegan a tocar mi puerta, cuando los pájaros están a punto de irse por el largo invierno. 
Ahora.  
Será que todo el ahora que tú me puedes dar se queda en mensajes de aviso. 
Avisos de que estás bien sin mi.  
Todo lo que tú me pudiste dar fueron esos días de agotar nuestras plantas de los pies, 
esos días de dejar los labios como piedra pomes.

Podría dedicarte estas letras pero no quiero.
Si te las dedico te doy una parte de mi

y de mi ya no te pertenece nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario