jueves, 21 de noviembre de 2013

Amargo


Por mis venas recorre tu rencor.

Ese rencor que nos mantiene a los dos despiertos.
Nos mantiene tan despiertos
que la luna es nuestro nuevo sol.

Ese rencor que será difícil de sacar,
por que se quedo en nosotros como nicotina.

Ese rencor nos esta matando.

Una muerte lenta y dolorosa,
en la que todo sabe amargo,
en la que cada paso que doy siento el rencor.

Rencor.
Amargo, rencor.





domingo, 17 de noviembre de 2013

Sonríen

Subí, sonreí y espere a que reaccionaran.

La gente me miraba, no entendían lo que hacia.
Hubo unos que empezaron a levantarse de sus sillas,
me dedicaban una ultima mirada y salían.

Estaba rodeada de ojos.
Parecía que ninguno parpadeaba
como si estuvieran esperado ,
esperando a que yo hiciera algo,
pero los decepcioné.

Ellos me miraban fijamente
y yo los miraba a ellos.
Uno que otro se reía
esperando a que yo me riera con ellos,
pero los decepcioné.

Por fin después de un rato lo dije.

-       Sonrían.

No supieron que hacer.
Muchos rieron, otros fruncieron el ceño.

Ninguno sonrió.

Decidí bajarme,
escuche murmullos,
estos fueron creciendo,
ahí decidí volver a subir.

 Se callaron. 

Hable otra vez.
    -      Sonrían.

Uno pregunto, ¿por qué?
no dije nada.

Señale a uno.

Este se sobresalto y se levanto.
Se quedo ahí, y después de un rato
sonrió.

Otro repitió lo del primero,
otro lo del segundo.
Todos me sonreían.
Ninguno se había dado cuenta
que yo no lo hacia.

Después de un rato uno grito
      -     Sonríe.

Cerré los ojos y baje.
Empezaron a aplaudir, salí de nuevo.

Y Sonreí.

(5.Febero.2012)


martes, 12 de noviembre de 2013

Desvaneceré.

                                                                         
¿Donde están cuando los necesitas?
¿Donde están cuando caes al piso?
¿Donde?

Caes al piso, 
no hay nadie que ayude a levantarte.
Gritas pero no hay nadie que te escuche.
No hay nadie, estas sola en esto.

Intentas llenar tu cuerpo de fuerza para levantare, no puedes.
Intentas llorar pero no puedes.
Intentas e intentas, pero no obtienes nada.

Nada, ni una pizca de fuerza.
Ni una pizca de lágrima.
Nada.

Sigues ahí, tirada en el piso,
Sin nadie quien te levante,
Sin nadie que te escuche.
Sin nada.

Y ahí te quedas.
Sin aliento.
Sin alimento.

Hasta que dejas de preocuparte.
Gritas una última vez.
Dejas salir la debilidad.
Dejas salir lo que queda de ti.

Pero sigues ahí, 
tirada en el piso
Y yo te veo.

Te veo.
Te escucho.
Te siento.

Y te levantas sola,
¿Era yo la debilidad?
¿Era yo lo que quedaba de ti?

Te vas y me dejas sola.
Ahora es mi turno de caer al piso.
De dejar ir mi debilidad,
Dejar lo que queda de mi.

Hasta que desaparezco.                                                  

(7.enero.12)


miércoles, 6 de noviembre de 2013

Papel


                               Papel


Pase el día con un papel doblado entre mis dedos.
Lo pasaba de un dedo al otro.
Lo sentía.
Lo pasaba de una mano a la otra.

Pero nunca lo solté.

De repente lo desenvolvía,
Lo leía, me armaba de valor
Y lo apretaba con fuerza en mi mano.

Pero nunca lo solté.

Pasaba de una mano a la otra,
Pero nunca de mi mano a la suya.

Nunca lo solté.

                       Empapelados




¿Te paso un papel? ¿Uno doblado 3 veces? ¿Lo lees?

Ahora dime que piensas. ¿Te gusta?

No.

Está bien. 

No te vayas, regresa.

¿Me pasas un papel? ¿Uno doblado 3 veces? ¿Lo leo?