viernes, 21 de marzo de 2014

Desarmarse

Volví en el tiempo.

Llegue a esa fiesta, en donde me dijiste que me querías.
Te vi tan guapo como lo estabas en ese día. Tan enamorado como lo estabas. 

Ibas vestido exactamente como lo recordaba. Con tu nuevo traje,barato, pero mandado hacer. Me estabas esperando para entrar. Me esperabas fumándote un cigarrillo. En cuanto me viste sonreíste, se te iluminaron los ojos.

Tomaste mi mano, al entrar querías que todos supieran que yo estaba contigo, que ya habías ganado a la chica más hermosa del pueblo. No parabas de sonreír. 

Me presentaste a todos como la luz de tus ojos, el motor de tu corazón. Cualquiera que escuchaba esas palabras me veía como sí hubiera,yo, ganado el mejor premio. Todos creían en nuestro amor, un amor que ni las más grandes tempestades rompería.

La fiesta paso como un pestañeo, pero cuando llego el momento, todo se detuvo. Estaba saliendo del baño, tenía que saltar un poco para regresar a la fiesta, ese saltito cambio mi vida. 
Yo que apenas estaba aprendiendo a caminar en tacones, di el salto pero caí hacia el piso. Tu que me esperabas fuera del baño, me viste caer, te reías. Yo estaba muerta de pena.

Prendiste un cigarrillo, después de dos o tres fumadas, seguias riendo. Yo seguía en el piso. Te arrodillaste y dijiste que me querías, que no querías vivir sin mi. Todavía salía humo de tu boca. 

El resto de la historia ya la sabes tu. Pero ese momento fue el mejor de nuestra relación y tu y yo siempre intentábamos repetirlo, pero nunca funciono.

Volví en el tiempo, me volví a enamorar. Volví a sentirme tonta, mensa, anonadadada por tu increíble sonrisa. Sentía que sólo por ese momento todo lo nuestro habría de haber funcionado, sólo por ese momento no comprendía por que todo había terminado. Después lo recordé todo, recordé que meses después dijiste que partías a un lugar lejos de mi, un lugar que había ganado el  pedazo de corazón que me correspondía. 

Mi corazón se volvió a romper en mil pedazos, mis manos deseaban por otra vez entrelazarse con las tuyas. Mi cuerpo pedía a gritos una carisia para recordar tu calor. 


Cuando desperté mis labios sabían a los tuyos, pero tu ya no estabas. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Humo

Bastó con hablarlo para olvidarlo.
Bastó con olvidarlo para enterrarlo.
Bastó con enterrarlo para decidir que estabas muerto.

La luna me pregunta si es cierto,
si es cierto que te he enterré. El sol
me pregunta que si es cierto que te olvidé.
La tierra me pregunta por ti.

Te escribo para decirte lo que sentí
cuando volví al entrar a esa habitación.
Te escribo para compartirte que tú,
más que todos los demás que han dormido ahí,
han dejado su presencia.
Entré después de no verte por mucho tiempo y te extrañé.

Mis zapatos extrañan aplastar tus colillas.
Mi mente extraña tu sonrisa,
mis manos extrañan la suavidad de tu cara, lo rasposo de tu baraba.
Mis ojos extrañan los tuyos, mis labios extrañan….

Sentí como si despegara un avión.
Sentí como si te viera otra vez por primera vez.

Creo encontrarte detrás de mi todo el tiempo,
siento que me abrazas.
Siento tu respiración.
Hasta te imagino escondido en cada esquina
y que en cualquier momento saldrás a sorprenderme
con esa sonrisa tan tuya.

Extraño ver salir el humo de tu boca, tan liviano.
Tan liviano como las palabras que decías, las caricias que compartías.

Realmente no sé por qué te escribo.

Tal vez te escribo para que me asegures
que alguna vez me extrañaste,
tal vez para que me digas que extrañarte esta bien.
Tal vez para que me expliques por qué te extraño.

Tal vez me estoy volviendo loca y
nada de esto tiene que ver contigo.
Tal vez tengo que dejar que
el tiempo y el aire
se lleven este sentimiento,
que no debería de sentir, o por lo menos no por ti.

lunes, 10 de marzo de 2014

Soledad

Todo empezó hace como una hora.

“Mi soledad siempre ha pertenecido a ti”

No pensaba en alguien en especial, no pensaba.

Media hora después seguía sin pensar.

“Ya no se si he vivido diez mil días, o un día diez mil veces. Y te sumo a mi historia queriendo cambiar las pérdidas por creces”

¿Hacia quién van todos estos versos robados? ¿Hacia quién van todas estas llamadas perdidas?

Luego empiezo a pensar.

“me encuentro así perdida como una aguja en un pajar, con arenas movedizas me sumerjo en mi soledad”

Soledad, esa es una palabra muy intensa.
Dice que no hay nada, que lo hay todo.

Soledad.

Tal vez eso es lo que siento.
Soledad.

Pensé en otras cosas

“What if you never find the words to write about the things that weigh the heaviest on you?”

¿Qué fueron todas esas páginas manchadas de tinta?
¿Qué fueron todas esos días gastados en escribir?
¿Me quitan la soledad?
No lo creo, he hablado de soledad desde el comienzo.
Las palabras no la han sanado
¿qué lo hará?
Si las palabras no logran ésto.

“What words do justice to the shaking of a hand for the last time?”

Ahora para mi las palabras no logran nada, lo logran todo.

¿Qué pienso?
¿Qué he hecho?
¿Quién dijo que las palabras tenían que sanar?

Tal vez por usar palabras soy así.

“Maybe i’ll learn a magic spell. Maybe i’ll use it to change everything I’ve ever done”

Pero tal vez ya no hay vuelta atrás.
Encontré un refugio en las palabras y jamás podré salir de él.

Aunque no sane, aunque solo hiera.

¿Entonces que estoy haciendo?
¿Refugiándome en el dolor?
¿Qué dirás cuando leas estas palabras?
¿Sanarás?

“She is writing now. Then someone will ask. “just writing?” and someone else would respond, I guess so, just writing”

Tal vez solo escribo.
Nada de refugio,
nada de sanar.
Nada.
Solo escribo.

Todo empezó hace como una hora

“Mi soledad siempre ha pertenecido a ti”

No pensaba en alguien en especial, no pensaba.

Ahora horas después si pienso. Y sí.

“Mi soledad siempre ha pertenecido a ti”

Un cuaderno lleno de palabras. 
De refugios, de dolor, de sanación.

Pero

Tal vez…

Solo escribo.



Esa noche,
Café Tacuba.





Te necesito,
Shakira.


How do we write about our more important experiences.
http://thoughtcatalog.com/cody-gohl/2012/12/how-do-we-write-about-our-most-important-experiences/

Maybe its better this way.
http://thoughtcatalog.com/jeffrey-ellinger/2012/12/maybe-its-better-this-way/